domingo, 7 de junio de 2015





Vida de Familia.
Akhil Sharma. Editorial Anagrama. 197 páginas

La marca de la vida

Vida de familia nos cuenta la trayectoria de una familia de la India que se muda a Estados Unidos a finales de los años 70. La familia está compuesta por el matrimonio y sus dos hijos varones, Ajay de 8 años y Birju de 12. La obra muestra los brutales contrastes entre la India tradicional que dejan atrás y la sociedad americana del consumismo que les recibe. Los recién llegados tienen que hacer un reset mental en muchos aspectos para poder adaptarse a su nueva situación, viviendo por el camino situaciones insólitas.

Todos los sueños y esperanzas de la familia se ven truncados por el advenimiento de una desgracia que sacude la familia y que se centra en Birju. A partir de ahí, vemos como evolucionan los distintos personajes para intentar sobrellevar este enorme golpe bajo que les ha atestado la vida.

Se puede apreciar especialmente la carga autobiográfica que desprende Vida de familia cuando  dibuja el panorama del final de la infancia y principio de la adolescencia de Ajay, narrador y alter ego de Sharma: ya no cuenta con la protección de su hermano mayor, vive en una casa que a menudo se convierte en una prisión para él, asiste a una escuela en la que se siente diferente y bastante a menudo nota clavada la mirada de los demás niños encima.

Quizá lo más interesante de la novela sea la manera en cómo Ajay nos habla de las desgracias, con ese distanciamiento propio de su edad que le permite o ayuda a normalizar situaciones totalmente anormales que ningún niño debería vivir. Y cómo encuentra  su refugio en los libros, auténticos salvavidas en el mar de las dificultades que azotan la vida del protagonista y su familia.

Sharma intenta mezclar el drama y la comedia en esta obra. Pero, si bien es cierto que  en los momentos dramáticos el autor consigue tocar la fibra sensible al lector, no obtiene el mismo resultado con la comedia: cuesta conectar con alguno de los toques de humor que introduce a lo largo de la obra. Se echa en falta un poco más de ingenio o pasión en las situaciones cómicas y el sentido del humor está, quizás,  demasiado ceñido a la idiosincrasia de la comunidad india, no consigue adquirir un tono más universal.

Vida en familia consigue que veamos cómo los protagonistas luchan contra la adversidad de la vida aunque la desigualdad de las fuerzas sea evidente y esa lucha les pase factura de manera irremediable. No obstante, da la impresión que al acabar la obra uno no acaba de hacer del todo suyos a los personajes. Se echa en falta que el autor no haya dispuesto de más puentes para acercarnos a ellos.

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