Vida de Familia.
Akhil Sharma. Editorial Anagrama.
197 páginas
La marca de la vida
Vida de familia nos cuenta la trayectoria de una familia de la
India que se muda a Estados Unidos a finales de los años 70. La familia está
compuesta por el matrimonio y sus dos hijos varones, Ajay de 8 años y Birju de
12. La obra muestra los brutales contrastes entre la India tradicional que
dejan atrás y la sociedad americana del consumismo que les recibe. Los recién
llegados tienen que hacer un reset mental en muchos aspectos para poder
adaptarse a su nueva situación, viviendo por el camino situaciones insólitas.
Todos los sueños y esperanzas de la familia se ven
truncados por el advenimiento de una desgracia que sacude la familia y que se
centra en Birju. A partir de ahí, vemos como evolucionan los distintos
personajes para intentar sobrellevar este enorme golpe bajo que les ha atestado
la vida.
Se puede apreciar especialmente la carga
autobiográfica que desprende Vida de
familia cuando dibuja el panorama
del final de la infancia y principio de la adolescencia de Ajay, narrador y
alter ego de Sharma: ya no cuenta con la protección de su hermano mayor, vive
en una casa que a menudo se convierte en una prisión para él, asiste a una
escuela en la que se siente diferente y bastante a menudo nota clavada la
mirada de los demás niños encima.
Quizá lo más interesante de la novela sea la manera
en cómo Ajay nos habla de las desgracias, con ese distanciamiento propio de su edad
que le permite o ayuda a normalizar situaciones totalmente anormales que ningún
niño debería vivir. Y cómo encuentra su
refugio en los libros, auténticos salvavidas en el mar de las dificultades que
azotan la vida del protagonista y su familia.
Sharma intenta mezclar el drama y la comedia en esta
obra. Pero, si bien es cierto que en los
momentos dramáticos el autor consigue tocar la fibra sensible al lector, no
obtiene el mismo resultado con la comedia: cuesta conectar con alguno de los
toques de humor que introduce a lo largo de la obra. Se echa en falta un poco
más de ingenio o pasión en las situaciones cómicas y el sentido del humor está,
quizás, demasiado ceñido a la
idiosincrasia de la comunidad india, no consigue adquirir un tono más
universal.
Vida en familia consigue que veamos cómo los protagonistas luchan
contra la adversidad de la vida aunque la desigualdad de las fuerzas sea
evidente y esa lucha les pase factura de manera irremediable. No obstante, da la
impresión que al acabar la obra uno no acaba de hacer del todo suyos a los
personajes. Se echa en falta que el autor no haya dispuesto de más puentes para
acercarnos a ellos.
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