jueves, 19 de febrero de 2015



El nombre del viento.
Patrick Rothfuss. Plaza y Janés Editores. 2011.880 páginas.

Aventuras para todos

Hay que empezar señalando que el que escribe no presenta especial predilección por las lecturas de fantasía. Los intentos por engancharme al género no han dado buen resultado. No conseguí pasar más de 100 páginas de El señor de los anillos y la lectura del primer volumen de la serie Juego de Tronos me dejó más bien frío.

No obstante, tengo que decir que la dinámica ha cambiado con El nombre del viento. He disfrutado con la lectura y en el futuro leeré la segunda parte: El temor de un hombre sabio.
El libro nos explica como el protagonista Kvothe relata su autobiografía cubriendo los periodos que van  desde su infancia como artista ambulante hasta su periodo en la Universidad. Está ambientado en una época que podríamos definir como una Edad Media imaginaria.

Es muy destacable reseñar que el autor ha creado todo un universo en el cual se mueven los personajes y lo traslada de manera brillante a las páginas. En efecto, el autor nos va explicando las pautas de comportamiento de la sociedad, los diferentes estatus entre los profesores y aprendices de la Universidad, las medidas del tiempo, el lenguaje… y lo va haciendo de una manera sencilla  y agradable.

Es cierto que estamos ante un libro extenso, pero no puede haber pocas páginas si queremos introducir al lector en el universo creado por Rothfuss. Las explicaciones y descripciones no pecan de excesivas, están siempre al servicio de la acción, presente o futura. En efecto, a veces se nos habla de cosas que en principio no afectan a la acción directa, pero que son necesarias para entender lo que sucede después.

Por tanto, una vez hecha la presentación de la vida ambulante de Kvothe, empiezan las aventuras y aquí hay de todo: villanos con poderes sobrenaturales, enemigos acérrimos, instrumentos prodigiosos, damas que derrumbarían el corazón del caballero más apuesto, sabios chiflados, poderes mágicos al servicio de unos pocos,  etc.

La parte más entretenida del libro es el tiempo que el protagonista pasa en la Universidad. Se nota que Rothfuss ha vivido la vida universitaria y se lo pasó más que bien. El ritmo se acelera, se abren diferentes tramas argumentales y el autor nos va pasando de unas a otras, de manera que algunas se complementan y convergen. Siempre le queda al lector el deseo de saber más tras cada capítulo.

La obra está impregnada de un amor por los libros y el conocimiento. No en balde, el principal motivo de Kvothe para ir a la Universidad es acceder a su Archivo, la gran biblitoeca dónde se guardan miles de libros.

En conclusión, estamos ante una obra que puede calar en cualquier lector, ya que su imaginación y fantasía vienen acompañadas por un lenguaje sencillo de entender y una buena agilidad en las tramas propuestas.

Puntos a favor:
El imaginativo universo de Rothfuss.
La cercanía y normalidad con la que trata la magia y lo sobrenatural.
Los pasajes de la vida universitaria, una delicia.

Puntos en contra   
El primer tramo de la novela en el que nos presenta al personaje puede resultar un pelín largo.

Que sea tratado como un simple best seller.

domingo, 15 de febrero de 2015



En la orilla.
Rafael Chirbes. Anagrama 2013.

Ajuste de cuentas

No cabe duda de que En la orilla es un buen libro. Ahora bien, después de su lectura lo primero que se le pasa a uno por la cabeza es que es un libro que no es muy apropiado recomendar si estás en un pequeño bache o bajón que de tanto en tanto nos aparecen en nuestras vidas.

Porque es un libro que respira rabia y desazón.  Que nos abre la puerta a los lados oscuros de nuestras vidas, y que no deja lugar para la esperanza. El autor ha querido ajustar cuentas con todo aquello que no le gusta de la vida en la España actual, desentrañando también sus causas y sus consecuencias.  Las balas que dispara van dirigidas a los parámetros, costumbres y formas de pensar que desde la Guerra Civil, han ido forjando el comportamiento y las actuaciones de los que habitamos en este país.

El vehículo conductor del que se sirve Chirbes es Esteban, un hombre entrado en los 60 que hace un repaso de su vida sin que le salgan las cuentas en ningún aspecto de la misma: amor, trabajo, familia, amistad, oportunidades, etc.

Todo se le ha venido abajo en algún momento u otro,  y eso hace que se dé cuenta de que por dentro está perdido y podrido. 

Llama especialmente la atención la maestría que demuestra al meterse en la voz de todos los personajes de la novela y en cómo pasa de uno a otro casi sin que el lector se dé cuenta, de una manera natural y espontánea.  En efecto, la pericia de la prosa de Chirbes hace que la novela no parezca en ningún momento pesada.  Y eso que maneja un material muy denso y no da ningún respiro al lector en forma de esperanza. Esta es la vida, o la tomas o la dejas. No hay elección ni para ti ni para nadie.  Tú pagarás por todos y cada uno de los errores o malas elecciones que hayas cometido.

También hay que remarcar que el autor sabe señalar de una manera valiente los problemas que nos aquejan: paro, incomunicación, envidia, codicia, materialismo, etc. yendo siempre de cara y dejando las cosas claras.

Me ha gustado también lo bien que retrata las conversaciones de bar entre Esteban y sus compañeros de cartas de toda la vida, como se dicen las cosas entre ellos con segundas intenciones y como pesa más lo que se calla que lo que se dice.

Así pues, estamos ante un libro que supone un auténtico tortazo en la cara y que obliga a pensar y replantearnos que como seres humanos, lo único que hace que la vida merezca la pena es aquello mismo que evita que el hombre sea un lobo para el hombre: la comprensión, la aceptación y el entendimiento, porque si no los tenemos, carecemos de las herramientas necesarias para amar a los que nos rodean.

Puntos positivos:
Prosa directa y fluida.
Hondura en la descripción psicológica de las descripciones.
Supone una bofetada necesaria para hacernos pensar.

Puntos negativos:
A veces carga demasiado las tintas, haciendo que el pesimismo se pase de vueltas.