Ofrenda a la tormenta.
Dolores Redondo. Editorial Destino.
440 páginas
Ofrenda a los lectores
El lector que llega a Ofrenda a la tormenta ya ha
pasado previamente por las dos anteriores entregas de la trilogía del Valle de
Baztán (El guardián invisible y Legado en
los huesos). Por tanto, ya está familiarizado con la inspectora Amaia
Salazar y su equipo de investigadores que ha de resolver casos de asesinatos de
menores ocurridos en dicho valle. Es perfecto conocedor de la idiosincrasia y
costumbres de las gentes del lugar. Se podría decir que es un lector en cierta
medida entregado: ya le ha tomado el pulso a la historia y a la manera de
narrar de la autora.
Así pues, está frotándose las manos deseoso de saber
cómo acaban las principales tramas argumentales abiertas en los dos volúmenes
anteriores, a saber: los demonios interiores de la inspectora Salazar, la
relación con sus hermanas, el enfrentamiento con fuerzas del mal que parecen ir
siempre por delante de ella, los intentos de ganarse el respeto de los miembros
de su equipo y su vida de pareja con James.
Y Dolores Redondo se pone manos a la obra y se
centra en ir contestando a todos los interrogantes, cerrando las puertas de
todas las tramas argumentales abiertas. Ya no es necesario extenderse tanto en
la ambientación o perfil psicológico de los personajes, sino que pisa el
acelerador y nos dice que nos pongamos el cinturón porque vienen curvas importantes
que harán pegarse al lector a las páginas de Ofrenda en la tormenta.
La autora conduce con mano firme siendo perfecta
conocedora de la carretera, de ahí que en líneas generales la resolución de las
tramas guarde coherencia con lo
acontecido previamente y muestre la solvencia de Redondo. No obstante, sí que
hay que indicar que quizá derrapó un poco con el tratamiento que da al
personaje de James y a la relación de pareja: había mucho más contenido que se
podía exprimir y ella tiene la habilidad para hacerlo.
En comparación con Legado en los huesos, quizá cuesta un poco más arrancar, no
obstante, se compensa con el ritmo más acelerado que imprime a la narración y
con las sorpresas que van saliendo por el camino.
En definitiva, Ofrenda
a la tormenta es un buen final que no va a defraudar a los seguidores de la
saga. Es importante resaltar que si nos hemos dejado seducir por Stieg Larsson
y su trilogía Milenium, es
obligatorio conceder una oportunidad a Redondo pues además de encontrar todo lo
que encontramos en Larsson, lo encontramos de más calidad en muchos momentos
y como añadido, podremos disfrutar del
Valle de Baztán. Al cerrar las páginas de la novela nacerá el deseo de visitar
ese lugar mágico en cuanto a belleza, folclore y quién sabe, elementos
sobrenaturales.
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