sábado, 20 de junio de 2015




Ofrenda a la tormenta.
Dolores Redondo. Editorial Destino. 440 páginas

Ofrenda a los lectores

El lector que llega a Ofrenda a la tormenta  ya ha pasado previamente por las dos anteriores entregas de la trilogía del Valle de Baztán (El guardián invisible y Legado en los huesos). Por tanto, ya está familiarizado con la inspectora Amaia Salazar y su equipo de investigadores que ha de resolver casos de asesinatos de menores ocurridos en dicho valle. Es perfecto conocedor de la idiosincrasia y costumbres de las gentes del lugar. Se podría decir que es un lector en cierta medida entregado: ya le ha tomado el pulso a la historia y a la manera de narrar de la autora.

Así pues,  está frotándose las manos deseoso de saber cómo acaban las principales tramas argumentales abiertas en los dos volúmenes anteriores, a saber: los demonios interiores de la inspectora Salazar, la relación con sus hermanas, el enfrentamiento con fuerzas del mal que parecen ir siempre por delante de ella, los intentos de ganarse el respeto de los miembros de su equipo y su vida de pareja con James.

Y Dolores Redondo se pone manos a la obra y se centra en ir contestando a todos los interrogantes, cerrando las puertas de todas las tramas argumentales abiertas. Ya no es necesario extenderse tanto en la ambientación o perfil psicológico de los personajes, sino que pisa el acelerador y nos dice que nos pongamos el cinturón porque vienen curvas importantes que harán pegarse al lector a las páginas de Ofrenda en la tormenta.

La autora conduce con mano firme siendo perfecta conocedora de la carretera, de ahí que en líneas generales la resolución de las tramas guarde  coherencia con lo acontecido previamente y muestre la solvencia de Redondo. No obstante, sí que hay que indicar que quizá derrapó un poco con el tratamiento que da al personaje de James y a la relación de pareja: había mucho más contenido que se podía exprimir y ella tiene la habilidad para hacerlo.

En comparación con Legado en los huesos, quizá cuesta un poco más arrancar, no obstante, se compensa con el ritmo más acelerado que imprime a la narración y con las sorpresas que van saliendo por el camino.

En definitiva, Ofrenda a la tormenta es un buen final que no va a defraudar a los seguidores de la saga. Es importante resaltar que si nos hemos dejado seducir por Stieg Larsson y su trilogía Milenium, es obligatorio conceder una oportunidad a Redondo pues además de encontrar todo lo que encontramos en Larsson, lo encontramos de más calidad en muchos momentos y  como añadido, podremos disfrutar del Valle de Baztán. Al cerrar las páginas de la novela nacerá el deseo de visitar ese lugar mágico en cuanto a belleza, folclore y quién sabe, elementos sobrenaturales.



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