Las lecciones peligrosas.
Alissa Nutting. Editorial Anagrama.
320 páginas
Desenfreno perturbador
Atención. Este libro no es apto para todos los
lectores. He de confesar que yo nunca pensé que fuera capaz ni tan siquiera de
acabar una novela con el trasfondo del sexo entre adultos y adolescentes. Pero
en este caso, la acabas y te das cuentas de que te encuentras ante una novela
excepcional que decide abrirse camino entre los temas tabús de la sociedad: el
sexo prohibido, la falsedad e hipocresía, la frialdad emocional etc. Nutting no
se arruga y apuesta fuerte, se mete de lleno en jardines atestados de espigas
de los que consigue salir airosa sin ningún rasguño.
La autora nos presenta una protagonista con aspecto de
ángel y alma de Lucifer En efecto, Celeste Price es una profesora de instituto
de una belleza descomunal que sólo encuentra la satisfacción desde el punto de
vista sexual con los adolescentes. Celeste tiene claro cuáles son sus
necesidades y no mira si lo que hace está bien o mal: ella tiene que acallar el
fuego que le quema por dentro y solamente se puede hacer con chicos que rondan
los 14 años.
Es un gran acierto de Nutting elegir un tono
ligero y desenfadado para esta novela. Los temas que trata son de tal calibre
que no admitirían un tono más serio y profundo. En manos de cualquier otro
autor esta novela tan sumamente arriesgada bien podría haber saltado por los
aires, pero Nutting logra triunfar con una prosa afilada, sentido del humor y con una visión ácida y un tanto sarcástica de
los hechos narrados. Se podría decir que tiene un toque Tarantiniano.
No me extraña que este libro haya sido prohibido en
varios estados de Estados Unidos de América. Pero si logramos ir más allá del
fuerte contenido sexual irreverente que se nos tira a la cara y nos dejamos
llevar por su sentido del humor e impostura, encontramos que la autora consigue
una de las cosas más difíciles para todo escritor: que no te caiga nada bien su
protagonista y a la vez tenerte enganchado a sus páginas.
Hay que felicitar a Anagrama por apostar por una
obra tan peligrosa en tiempos que está tan de moda lo políticamente correcto.
La literatura debe ser también un vehículo para hablar de aquello de lo que normalmente
no se puede hablar. La buena literatura nos estimula y nos provoca, no busca el
sensacionalismo o escandalizar gratuitamente.
Ganitas de leerlo
ResponderEliminarGanitas de leerlo
ResponderEliminarNo te defraudará, seguro.
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